En la industria farmacéutica existen una serie de medicamentos antidepresivos y ansiolíticos. En la industria de medicamentos naturales, existen una serie de plantas antidepresivas y ansiolíticas.
LA buena noticia es que en nuestro propio organismo existe una industria farmacéutica y de medicamentos naturales, puesto que potencialmente podemos secretar las hormonas de la felicidad. Sólo tenemos que saber cómo hacerlo.
Una de las hormonas de la felicidad es la OXITOCINA. Los profesionales de la salud psico-emocional la hemos bautizado como la HORMONA DEL ABRAZO.
La oxitocina que libera nuestro cerebro cuando nos fundimos con alguien en un abrazo nos hace sentir amados y llenos de confianza.
Estudios científicos han demostrado que con los abrazos generamos más oxitocina, una pequeña molécula capaz de actuar como hormona y como neurotransmisor. Gracias a ella podemos lograr una conducta generosa y cariñosa.
De hecho, esta hormona tiene un papel decisivo en el enamoramiento, el orgasmo, el parto y el amor hacia los hijos, entre otros vínculos y experiencias.
Y se ha demostrado que la experiencia de amor y compasión nos hace más propensos a liberar oxitocina.
Por cierto, la oxitocina tendrá un papel fundamental para fortalecer nuestro autoestima y nuestro autoconcepto.
La relación humana empática, gobernada por la oxitocina, es la llave de la confianza, el amor y la prosperidad.
Por lo tanto, te dejaré un desafío en el mes de la autoestima: ABRAZA
Abraza físicamente a un ser querido (familiar, amigo/a) Al menos una vez a la semana. Si puede ser todos los días, mejor aún. Pero que no pase una semana sin abrazar a alguien.
Abraza virtualmente a un ser querido. Salúdalo por instagram, por facebook, por whatsapp, por teams, por zoom o por cualquier red social y envíale un abrazo virtual. Al menos una vez a la semana.
Permite que te abracen. Si estás pasando por alguna situación difícil, un conflicto, un enojo, una pérdida, no te resistas a un abrazo. Entrégate a esos brazos cariñosos.
Abraza a un ser sintiente no humano. Si tienes alguna mascota abrázalo. A ese perrito, a ese gatito o la mascota que tengas.
Abraza a un árbol, siente su energía, su paz y el oxígeno, la sombra, la sabiduría que nos brinda.
Finalmente, abrázate a ti mismo. Abrázate con palabras amables hacia tu persona, con una sonrisa cuando te mires al espejo, con una crítica constructiva en vez de destructiva.
ADVERTENCIA: LA TERAPIA DEL ABRAZO SE DEBE REALIZAR CON TODAS LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD QUE LA AUTORIDAD SANITARIA SEÑALE RESPECTO AL COVID. RECUERDA QUE HAY ABRAZOS SIMBÓLICOS, VIRTUALES Y METAFÓRICOS. PERO SI TIENES LA OPORTUNIDAD DE DAR LOS ABRAZOS FÍSICOS, NO PIERDAS ESA OPORTUNIDAD.
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